Soy mujer y todo lo que conlleva; madre, empresaria, amiga, pareja, profesional y muchas otras cas díficiles de etiquetar. Últimamente observo con alegría que cada vez son más las mujeres que participan en estos espacios donde al principio de mi trayectoria empresarial era díficil o incluso extraño tener mujeres presentes en mesas de negociación o ciertas juntas. Cada vez hay más pero no suficiente. La reflexión que conlleva este hecho es saber por qué ocurre esto cuando estamos más preparadas, cuando en estos espacios en muchos caso se nos invita a participar más. Quizás será esa forma de asumir responsabilidades, no delegar y creernos que tenemos la obligación de ser supermujeres. ¿Quién dijo eso? ¿Acaso se le exige eso a un hombre? O ¿Se lo exige así mismo cada uno de los hombres y compañeros que están en este tipo de espacios? Seguimos pensando que tenemos que demostrar algo, que tenemos que demostrarnos que sí que podemos con todos. Pero quizás lo más importante en todo esto es trabajar en el autoconcepto de nosotras mismas, en la confianza de nuestra capacidad, de nuestro talento. En creernos que esto sólo es posible si trabajamos en equipo y esto conlleva delegar, compartir todas esas responsabilidades de la familia que de “per se” son compartidas y SIN EXCUSAS.
Y delegar significa que no estamos solas ante el peligro que detrás nuestra hay una familia, amigos y amigas, compañeros y compañeras de trabajo. ¿O no es así en el caso de los hombres? ¿O cómo creemos que puede hacer todo esto un hombre? Tienen a su familia, amistades y compañeros y compañeras detrás. Tenemos que hacer bien la lectura y es que para triunfar profesionalmente toda persona ha tenido que contar con el apoyo y compromiso de muchos otros y otras que hay detrás. Y qué finalmente el éxito de uno-a es el éxito de todos y todas. El éxito de una sociedad radica en que cada individuo contribuye en el éxito de muchos y muchas otros y otras.
Tenemos que empezar a confiar en nosotras en este aspecto. Creer que tenemos que cambiar en cada uno de los espacios en los que participamos y poner nuestro granito de arena para hacer las cosas más fáciles, y por supuesto podremos inspirar a otras muchas personas que vienen detrás de nosotro-as para que podamos cambiar poco a poco esta cultura de la que partimos todos y enriquecerla añadiendo la otra parte del puzzle que como coincidiréis conmigo hace falta.
Ingrid Mateo es CEO de MicroAmbiental y vocal de AJE Málaga
Mujeres Empresarias 